Sobre llegar a destino y el fin de las penas [Kyrin/Belial, Lumael y Shan]

El denso aire entraba y salía de los pulmones del joven Kyrin. Le encantaba la sensación de respirar una vez más. La dura pero firme tierra que su cuerpo tocaba, la dulce brisa, el sentir todo ser vivo otra vez... todos estos sentimientos eran percibidos por el joven una vez más, pero esta vez, esos sentimientos eran distintos ya que los percibía más claramente. Toda sensación de vida, de movimiento, de emociones... junto a esa nueva sensación, tambien sobresalían los instintos de matar, de destrozar todo lo que se movia, de matar todo lo que respiraba.

- Me costará parar tus impulsos maldito psicópata - Se dijo a sí mismo - No me puedo creer que sientas todo esto a todas horas, no me extraña que seas asi de demente - Pensó brevemente sobre la existencia de Belial y sobre si realmente era él el que tenia esos sentimientos... o si realmente su propia persona deseaba hacer todo eso.

Mientras intentaba reincorporarse sintió la presencia de algo acercandose, algo aparentemente poco ostil, pero no por ello debil. Decidió levantarse poco a poco observando la situacion, analizandolo todo como se dedicaba a hacer en antaño, pensando analiticamente que hacer, que decir o como reaccionar. Su objetivo era claro, recoger información, ganar favores de gente influente y ganar dinero suficiente para su causa, de esa manera conseguiría todo lo que quisiera y como quisiera... en el pasado el dinero podía conseguir cualquier cosa, dudaba mucho que por que el tiempo pasara ese simple hecho cambiara, al fin y al cabo, siempre fue un pícaro.

La larga pipa de boquilla estrecha asomaba de los agrietados labios del caminante, la raida capa de viaje cubria su ancho cuerpo mientras se acercaba pesadamente hacia la ciudad, estaba cansado y apenas le quedaban provisiones, pues el exilio lo habia dejado casi sin bienes materiales. Se sentia demasiado viejo para eso, aunque era relativamente joven, los sucesos ocurridos meses atras parecian haberle envejecido varios años.

Con un gran resoplido, extrajo su pesada hacha de guerra y la apoyo en el suelo, decidido a dejar descansar sus doloridos pies al menos un par de minutos, aunque el alivio le duro poco, una figura tambaleante empezo a divisarse en lontananza, el enano se saco la pipa de la boca, echando la bocanada que inundaba sus pulmones y enfoco la vista, parecia un borracho... o quiza alguien herido, la respuesta le llego pronto, la figura se desplomo en el suelo varios metros mas alla. Al verlo, el enano, aunque poco habituado a correr, guardo su arma y comenzo una fatigosa carrera para llegar hasta aquel individuo, su deber y su redencion eran ayudar a la gente, mas aun si era alguien herido.

Llego a tiempo de ver como esa persona, apenas un chiquillo, trataba de reincorporarse, sin aguardar un segundo se acerco a el y paso su robusta mano bajo sus costillas para ayudarle a reincorporarse y ver si tenia algun tipo de lesion visible. Estaba preparado para soportar el peso de aquel delgado cuerpo si volvia a desplomarse.

Prosigan. Aún no me dan pie para masterizar.

Vislumbro su silueta a lo lejos, se trataba de un enano bastante corpulento y de edad mas o menos avanzada, se veía bastante fuerte físicamente hablando y poseía una gran hacha la cual pareciese que no le costaba llevar. Esto le aclaro la idea sobre su tipo de lucha, sin lugar a dudas, agresiva.

Una vez el enano se situó lo suficientemente cerca, este le obsequió con su ayuda. Sin duda alguna el código de moralidad de los enanos era inquebrantable, no sabía mucho de ellos con lo que respecta a su cultura interior, pero si sabía sobre sus costumbres, su forma de ser y de comportarse hacia el prógimo. La inmensa malloría de ellos vivian por y para la forja, sus cuerpos estaban acostumbrados al extremo, tanto el calor, como el frio y sin lugar a dudas este parecia uno de ellos.... pero dentro de todo ello algo extraño sucedía ¿ Acaso no es extraño encontrar un enano fuera de su poblado ? ¿ O quizás hubiera uno cerca de aquí y estan tratando de mantener tratos con esta ciudad ?

Decidió aceptar su ayuda rápidamente, se le veía interesante, quizás supiera algo que kyrin quería o en caso contrario, siempre es mejor comenzar un nuevo objetivo con alguien que te ayude....

- Muchas gracias señor, no se porque, quizás el sol o simplemente mi mera debilidad, pero acabe dando tumbos hasta desfallecer en este rudo suelo - Comenzó hablando amablemente - veo que no es usted alguien que deja abandonado a los demás, esto es algo raro de ver hoy en dia ya que la gente únicamente se suele preocupar de sus asuntos - Ya incorporado comprueba el estado de su cuerpo y su movimiento, parece ser que ya estaba perfectamente bien, lo controlaba todo y lo sentia todo bajo control - Señor ¿Viene de algún poblado cercano? esque necesito encontrar algún tipo de trabajo e información de cierto número de cosas, si se dirije a la ciudad me gustaria acompañarle si no es ninguna molestia....

El chico comenzó a caminar hacia adelante, esperando la respuesta de aquel enano mientras sopesa detenidamente su reacción. Realmente deseaba que le acompañara ya que lo mas seguro es que el tambien buscara algo en la ciudad y en el caso de que se tratara de trabajo, de seguro encontraría alguno dada su fortaleza. De esta forma sonrió alegremente y se paró pacientemente

Cambiaremos la trama por la ausencia de Karash. Lumael tomará su lugar (ya lo he hablado). Interpreten intentando imaginar que desde un principio era el falso ángel el que se acercaba y no el enano.

La criatura, antaño celestial, perdía sus pérfidos pasos a lo largo de una inacabable llanura que, ajena a su andar, se había apropiado de sus huellas.
Poco resta en sus venas de su antigua sangre, y a bien tendría erradicarla, pero de algún modo u otro separarse de cuánto es o alguna vez fue le resultaba imposible. Por eso la larga llanura seguía siendo andada; a pesar de todo, gracias a todo.
Estaba Lumael algo agotado. No sufría de hambre ni deshidratación tan solo porque en aquel lugar tan amable sería imposible incluso para quien lo intentase. Sufría, si, pero de otras dolencias, aquellas que entre las sienes horadan hasta lograr agazaparse por lo que dure la eternidad.
Su mirada, agotada pero firme, se fijó de repente en una figura que a lo lejos andaba dando tumbos, oscilando sobre sus pasos y anunciando su caída. Algo en el interior del falso ángel se despertó en aquel momento, algo que subyace dormido y que no puede ser desterrado a pesar de la ausencia de la magna gracia angelical. A toda velocidad Lumael respondió a aquel primitivo instinto que lo espoleó a correr en su ayuda.
Lo alcanzó cuando aquel estaba a punto de golpear el suelo y logró detener su precipitada carrera que culminaría en el desmayo imponiendo su mano. Sobre ella reposó el cuerpo del niño unos según, pues rápidamente se vio por completo recuperado.
Ahora que aquel permanecía de pie, Lumael notaba algo perturbador en su presencia… algo lo alertaba, como pidiéndole que se alejara cuanto antes.
Tan poco fundamentada era aquella alerta que terminó por descartarla de inmediato.
Lumael escucha atentamente las palabras del pequeño y responde luego con serenidad.

-No me consta cuanto dejen o acompañen las demás criaturas. Quizás tenga usted razón y me haya vuelto, sin quererlo, un héroe. Sin embargo, podemos convenir en que dice usted mucho por tratarse simplemente de socorrerlo en una caída.
No vengo de ningún lugar cercano ni conozco lo suficiente sobre ningún asunto. Me veo de repente perdido entre cientos de personas y ni el trabajo ni el conocimiento logran llenarme en grado alguno.
Sé que Miria tiene todo cuanto el caminante pueda querer, mas si es allí hacia donde avanza usted no ha de contar conmigo. Aunque no sé a dónde voy en concreto, sé que de momento no es Miria mi destino.
Pero como los caminos son un tanto displicentes, quizás nos hagamos buena compañía en parte del trayecto.
Andemos, pues, y que la providencia sea quien decida.
Lumael se dispone a andar tras Kyrin.

-¿O tiene usted mejor idea?

Caminaba con calma y determinación hasta que distinguió dos extrañas figuras en el horizonte. Disminuyó la velocidad. Desde que emprendió su camino, Shan se había cuidado de no toparse con nadie. Era consciente de su debilidad, ya que no poseía ningún poder especial y su fuerza no era gran cosa, y de las peligrosas criaturas que podía encontrar en su camino. Sin embargo, sus provisiones se estaban acabando y estaba bastante perdida, así que, pese a que su instinto de supervivencia le gritaba que se alejase de ellos, Shan aceleró hasta alcanzar a la pareja.

- Perdonen...¿podrían decirme si está cerca la ciudad?

Shan permaneció en tensión. Pese a que no parecían demasiado peligrosos ambos llevaban armas consigo. La cabeza de Shan funcionaba a toda velocidad. Había un hueco entre dos densos árboles por el que tan solo ella parecía capaz de colarse. Si hubiera algún problema, ésa sería su estrategia. Aunque le apenaba correr. Correr era de cobardes, pero de cobardes vivos.

Off-rol: Jamás me acostumbraré a escribir con normas JA, perdona u.u para mi es muy dificil solo dominarme a mí misma XD espero que ahora esté mejor

No puedes hablar ni mover a los personajes de los demás usuarios (ni siquiera "ambos miraron a Shan"). Cada usuario es absolutamente libre de decidir que ha de hacer su personaje; nadie está obligado a permitirte acompañarle. No puedes decir que otro hace esto o aquello porque bien podría suceder que quien dices que hace algo no tiene ningún interés en hacerlo.
En esta situación puedes acercarte, presentarte, hablar, lanzar un conjuro, maldecir o lo que gustes, pero no puedes resolver tu acción conforme a lo que te gustaría que pase.
Aquí, luego de presentarte, los otros dos podrían decidir si dejar que te unas a ellos, si te ignoran absolutamente, si te contestan rechazándote o hasta podrían tratar de matarte.
SOLO manejas a tu personaje, y en algunas ocasiones a PnJs de escaza importancia. Nunca puedes interpretar los personajes de los demás.


La historia no puede continuar hasta que no edites eso.
Nazgull y Lumael, no posteen hasta que esto se corrija.

Sigan normalmente xD Le toca a Nazgull.


Perdón por hacerte cambiar el texto, pero es necesario para este tipo de rol.

Siento muchisimo la demora, mi post esta casi terminado, mañana mismo lo acabo gracias por su paciencia.

"mañana"

Dos seres muy parecidos entre ellos se acercaban sigilosamente. El primero, ayudó a Kyrin de manera rápida y sin dudar, para posteriormente contestar las palabras de agradecimiento de Kyrin y su pregunta, pero pese a ello, un odio interno emergió del cuerpo de Kyrin lo que provocó que este dejara del todo de actuar y enseñara sus colmillos. El segundo se quedo entre las sombras, aparentemente timida y quizás con destellos de terror hacia nuestras figuras, por lo que simplemente fue ignorada.

- Las personas de hoy en dia siguen siendo igual que en antaño, dios santo que asco - Saca la espada y la coloca en el hombro - No me interesa caminar con usted ni mucho menos conversar, solamente escuchar dos de sus frases me cansó. No se de donde vienes, ni mucho menos lo que eres, pero como te aproximes a mi mas de dos palmos te partire a la mitad. Espero haber sido lo suficiente mente claro "Heroe"

Kyrin dió la vuelta con todo el cuerpo ardiendo de ansias de matar, sin saber porqué solamente una frase de aquel tipo provocó el despertar de su ira interna. Pretendío volver a actuar como antaño, pero al parecer esto será más dificil que lo que mismo se pensaba, pese a ser amable como siempre, no sabía como actuan las personas de este mundo, por lo que directamente decidió dedicarse a obserbar y aprender, pero no con ese tipo a su lado.

- Suerte en tu viaje

Decidió proseguir su camino, sin nadie a su lado por el momento. Deseando controlar sus impulsos y ver que es lo que a cambiado en este mundo, el porque de que deseara matar a ese ser sin razón alguna, ¿Sería kyrin o Belial? algo preocupaba al muchacho....

Lumael miró al niño y ante la contrariedad que le causó su respuesta no atinó a contestar con la prontitud usual. No entendía el orígen de la turbación de aquel, mas decidió dejarlo pasar sin dedicarle nuevas revisiones.

-Me es sobremanera difícil comprender vuestro enojo puesto que solo me atengo a sus palabras sin decir, de mi autoría, mucho más; pero he de dejarlo ir, aún con sus injurias y blasfemias, a donde más le plazca. Estoy seguro de que con esa actitud el destino le depara una pronta muerte, mas no será mi mano la que se la propine. Insulteme cuanto guste si eso le da sosiego; y la paz sea contigo allá donde vayas.

Lo último, dicho más como burla que como sentimiento sincero, lo dejó flotando en el aire dándole ya la espalda a su interlocutor para olvidarse de él y dedicarse de lleno a la otra prsente, que en su temor a ultranza resultaba algo más cordial.

-Puedo acompañarla a la ciudad aunque he de dejarla por su cuenta una vez dentro de ella. Siempre me es grato andar en compañía y la suya puede ser verdaderamente agraciada.
Mi nombre es Lumael, y agradecería que tenga a bien decirme el suyo para no llamarla secamente "dama".
Y haga el favor de seguirme, que el camino qu busca no es otro que este.

Lumael se echó a andar por una senda distinta a la que tomara Kyrin.

-Si no le molesta me gustaría además conocer el motivo por el que pierde sus pasos por esta infame tierra.

Shan no había entendido nada. Nada de nada. Aquello era sin duda lo más raro que le había ocurrido nunca. Habían intentaod aprovecharse de ella, habían pasado olímpicamente de su persona, como si fuese una simple piedra más del camino, la habían ayudado, la habían insultado...pero nunca se había encontrado con semejante ataque de furia asesina.

Dios, aquel tipo había hecho que se estremeciera.

Al menos el otro hombre parecía amable. ERA amable. Y al menos ya tenía compañero de viaje por aquellas...¿cómo había dicho? ¡Ah, sí! Infames tierras. Cuanta razón.

Comenzó a andar rápido para no perderlo, volviendo la vista atrás repetidas veces para observar al otro hombre que había cogido su propio camino y ahora iba por una bifurcación que parecía secundaria. Cuando los árboles taparon su figura, Shan comenzó a contar su historia a su más que paciente acompañante.

" Mi nombre es Shan, provengo de un lejano pueblo..."

Nazgull va por un camino. Shan y Lumael van por otro. Cada uno puede decidir si seguir la senda en la que ahora se encuentra o si desea buscar otra cosa. Dependiendo de lo que roleen en esta rona tomaré masterizaciones diferentes. Trantes de explicitar a dónde quieren ir y cómo van a ese lugar.

La sangre del joven muchacho ardia, no sabía exactamente que es lo que había pasado momentos atras con aquella otra persona... Belial no paraba de desprender instintos asesinos hacia el, lo cual no era raro, pero en esta ocasión era muchisimo mayor que en las anteriores. Kyrin se replanteaba los problemas que acarrea mantener esos impulsos tranquilos y en un lugar inaccesible, por lo que se sienta en una pidra y se pone a meditar, desprendiendo todos sus instintos asesinos y creando un aura de pura maldad a su alrededor.

- Asi esta mejor... mucho mejor, espero que esto sirva para mantenerme sereno mas tiempo.

El joven no se paro ni un instante más y partio para la zona de cultivos de la ciudad en busca de información fiable, ya que un campesino amenazado a morir de seguro soltaria algo en sus ultimas horas....

Off roll : Prosigo en otro post, pondre el link segun acabe de postear en el otro lado.

Por algún motivo, la mujer que ahora acompañaba al falso ángel se mostraba exageradamente reticente. Por mucho que este le preguntara, aquella respondía con sentencias breves y poco explicativas.
Ahora al menos sabía que su nombre era Shan.
Anduvieron unos pasos sin decirse nada más. Lumael ya estaba acostumbrado al silencio, pero cuando este no nacía de la soledad le resultaba algo extraño.

-Bien, Shan… supongo que hay muchos pueblos lejanos y sólo me has contestado así porque no quieres hablar de tu historia.
Las historias personales son tan variables… pero si tienen algo en común, es que todas ellas duelen.

Lumael había hecho un intento evocativo lanzando una frase como saeta para revisar si la coraza de su acompañante podía ser removida. No era lo suficientemente opresivo como para forzarla a decir lo que ella quiesiera ocultar, así que tras este movimiento ya no realizaría otros nuevos para averiguar sobre la dama. Aún faltaba largo trecho para la ciudad… posiblemente cayera la noche antes de acercarse a las murallas.
El ángel suspiró de imaginar que la compañía pueda ser un imperturbable silencio en toda su duración.


OFF: Tratá de responderme o preguntarme más cosas, de hacer más acciones por tu cuenta… me dejas sin juego xD

Off-rol: vale, perdona! ^^u

Algo en el interior de Shan se removió. Había dado en el clavo. Tras unos segundos de duda, en los cuales el silencio se hizo más tangible si cabe, Shan se decidió a hablar, a hablar con palabras amargas, que salieron de su boca con dolor, pues era la primera vez que narraba su pasado en voz alta.

- Sabias palabras... tal y como dices, todo pasado oculta un dolor. Quizás deberíamos dejarlo en lo más hondo de nuestra persona, pero ya que parece que seremos compañeros, me gustaría poner algo de mi parte para el buen ambiente entre ambos. Lo primero, siento haber estado tan callada. No es mi estilo, pero me costaba hablar sin descubrir mis verdaderos sentimientos. En segundo lugar, ruego que no me tengas lástima tras finalizar mi historia, puesto que el destino nos prepara algo por el estilo a cada uno de nosotros. Y...en tercer lugar, escuchame atentamente, que no creo que sea capaz de repetir la historia que voy ahora a contarte.

" Hace ya mucho tiempo, que ...bueno, digamos mi pareja desapareció. Vivíamos escondidos, a las afueras de un pequeño pueblo que fue invadido por monstruos cuando yo no era más que una niña pequeña. Peet, que así se llamaba...se llama él, era quien cuidaba de mí. No me dejaba salir salvo en las noches oscuras. Él se encargaba de conseguir la comida, la leña para calentarnos... Pero un día, Peet no volvió. No sé quien se lo llevó, pero pensó que no opondría resistencia, y obviamente, se equivocaba. Salí a buscarle hace ya demasiadas lunas, pero no he dado con él, ni con ninguna pista suya. ni siquiera sé dónde buscar...A veces incluso pierdo la esperanza de...

Sacudió la cabeza enérgicamente y calló. Ahora era turno de él.

La conversación comenzaba a fluir entre los presentes, mas por algún motivo que por siempre excederá a su comprensión algo en el mundo se presentaría para interrumpirla.
Lumael y Shan avanzaban por los caminos y pudieron todavía intercambiar unas palabras más, pero cuando la noche estaba a punto de terminar, una extraña figura se acerca corriendo a toda velocidad a nuestro pequeño grupo.
Midiendo alrededor de medio metro y mostrando facciones desproporcionadas, de piernas cortas y torpes y brazos considerablemente largos, cargando una especie de caparazón fino y oscuro en su espada y con dos cuernos sobre su inexpresivo rostro de ojos brillantes, la criatura andaba a toda la velocidad que sus pies le permitían al encuentro de nuestro grupo. Se detiene a algo de un metro de distancia y emite una serie de chillidos y gritos incomprensibles, agitando sus brazos y señalando hacia una arboleda a un lado del camino.
Ni Lumael ni Shan pueden sentir hostilidad alguna de parte de esa criatura; e incluso comprenden que no puede ser rival para ninguno de los dos ni combatiendo con todas sus escazas fuerzas.
La criatura parece extremadamente asustada y no espera respuesta de ellos para salir disparada al lugar que les señala. Se detiene a poco de perderse entre los árboles y les hace nuevas señas de que lo acompañen para finalmente perderse entre los árboles.

El ángel escuchaba con sumo interés y atención las dolientes palabras de su compañera. Como ya habría aprendido en muchas otras ocasiones, guardaba silencio y esperaba la pausa de la oradora que significara aquel punto tan cercano a la ruptura que impedía decir nada más.
Lumael no sintió aquella historia tan desgarradora… aunque comprendía que tal cosa tan solo se debía a que no era ese el dolor que se clavaba en su alma. Los dolores son a medida de cada uno; y quien crea poder asegurar poseer la mayor de las desgracias posiblemente no sea más que el mayor de los idiotas.
Asentía, cada tanto, con la cabeza y miraba con sentida compasión ante cada una de sus palabras.

-Así que una desaparición de alguien importante. Creo que a todos nos ha pasado algo así… pero en tu caso es más concreto e injusto. Creo, si no le molesta que lo diga, que su decisión ha sido la más acertada. Buscarlo es casi un deber que le fue impuesto.
En cuanto a mí, hace demasiado que no ayudo a nadie; mas ante una cosa como esta no puedo menos que simpatizar. Si en algún momento requiere ayuda en su búsqueda, no dude en buscarme. No soy fácil de encontrar (y de seguro no lo hará en una ciudad u otros lugares habituales), pero confío en los caminos. Ellos unen a los que se dirigen a un punto en común; y al final dirigen a todos al mismo punto de encuentro. Hay además otra cosa… inexplicable, que me mueve a ayudarla. No podría explicarlo, pero creo que emana cierta calidez reconfortante o que me reconforta al menos a mí... y sin conocerla.
Lumael planeaba contar fragmentos de su historia cuando una criatura en extremo extravagante se acerca a toda velocidad a ellos. Se parecía mucho a un bicho cascarudo.
El ángel cree interpretarlo bien.

-Me temo que nuestra charla sobre caminos y pérdidas ha de ser postergada. Esa pequeña criatura de dudoso uso de razón parece, con todo, estar muy alarmada. Intuyo que un peligro la acecha y, conocedora de sus flaquezas, nos quiere para que le ayudemos. No soy muy dado a echar una mano a razas civilizadas… creo que tal máxima no puede mediar ahora.

Lumael comienza a andar hacia la arboleda en la que la criatura se había perdido. Voltea tan solo una vez para invitar a Shan y esperar su respuesta.

-Quizás no sea nada, pero es mi deseo averiguarlo. Usted tiene urgencia por encontrar a su compañero, así que no tomaré a mal que no me siga.